sábado, septiembre 06, 2008

el interludio a la cuarta parte de una novela sobre magia que nunca voy a escribir

Me convocaste y vine. Como vine, me debes. Como me debes, exijo se salde dicha deuda como requisito previo a que sigamos, como decirlo, negociando.

Se abre la ventana. Las palomas del techo vuelan. Caen plumas.

Como lo hago que le digo que porque se me ocurrió traer un negociante que porque no traje un horror simple porque esto tiene que resultar por el poder me tengo que concentrar palabras palabras me está mirando y no están las palabras la canción de las palomas no me sirven las palomas pero si me sirven las palomas una vez se las de y las drene y dibuje pero se fueron las palomas pero volaron y si me tiro por la ventana si me tiro por la ventana y me muero antes que toque el suelo no no puedo por el poder no puedo no puedo por el poder que tengo no puedo hay algo en el cielo también y no puedo y las palomas no volaron solas hay algo más hay algo en el cielo y uno más en el entre techo me está mirando de nuevo y no hay palabras no hay nada que ofrecerle no era un negociante no era un negociante era una gorgona menor o un zombie tártaro pero vino y está aquí y me está mirando y que le doy que le ofrezco y que hago si se queda que no se quede darle algo y que no se quede y que vuelva y me deje mal parado en frente de los demás horrores no el poder no puede quedar mal parado el poder el poder la cosa del entre techo y las palomas la cosa del cielo el costo pagar el costo que paguen el costo las velas y me sigue mirando y que por favor me mate rápido pero el costo tengo que pagar el costo que quiere un negociante porque vino que tengo que quiera que quiere que le de

Según los protocolos de invocación, yo tengo un coste. Traerme tiene un precio, que me quede tiene un precio y que me vaya tiene un precio. A diferencia de otras cosas, mis costes son variables. De ahí el termino negociante. El tipo de cosas que por la cara de espanto que tienes, yo presumo o no sabías o sabes pero no pensaste o no sabes y no pensaste. Ahora está en negociación el primero de ellos. ¿Que me ofreces por haber venido?

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