jueves, enero 24, 2008

Semana actual


Parece ser que cada computador te presenta una complicacion distinta a la hora de escribír(pensaba primero en los lugares más que en los computadores, pero de cierta manera es mucho más patente delante de un PC).
Si el de mi casa se acopla a lo pauperrimo del entorno, el de la casa de mi vieja se une a esa nocion new age que inunda este lugar. Así, entre contaminacion y contaminacion, resultan textos confusos siempre. Gracias a los pescaos que nunca pude escribir en la U. Vaya a saber yo que clase de influencia patente hubiese llegado a dar a mis textos, cooompañeros!!

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En otras noticias pateticas, me llamó por telefono una señorita para ofrecerme un trabajo. Presumo era la secretaría de la agencia de mercenarios a la que presumo envié el curriculum. Sonaba como Carol. Para cuando me di cuenta ya había colgado el telefono y me abrumaba la sensacion de "¿Hey, porque diablos no estoy llorando ni cortandome las venas ni bajando una porno bien bien sucia para quitarme el sinsabor de la boca?". Me di cuenta no había nada molestando desde dentro y me volví a dormir. No recuerdo con que soñé.

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Ayer me preguntaron si se podía confiar en mi. Respondí inmediatamente que si: ya saben como es eso de dudar y de dar a entender duda con preguntas asi. Mejor ser claro y preciso. Claro, cuando se puede. Lo cierto es que realmente se puede confiar en mi en tanto se conoscan los pequeñitos sinsentidos, los callejones sin salida y las rupturas que me componen. Creo ella los tiene bastante claros. Creo efectivamente puede confiar en mi.
(me ponen nervioso esos momentos en los que uno se da cuenta lo que está diciendo importa. Cuando me doy cuenta. Si algo he aprendido de los cagasos pasados es que casi siempre todo importa. Malo eso para el nihilista civilizado que llevo dentro. Malo eso para andar asi como de poeta distraido y penca por la vida. Malo eso.

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Los gatos mataron una paloma. No encontré la cabeza e inexplicablemente había un ala separada por metros del cuerpo. Establecí una linea de tiempo que radica al suceso en algun punto de la noche. Nunca había tenido que recoger nada que-estuvo-vivo con una espatula. Las plumas le daban al patio un aire complejo. He de decir me gustan las palomas, a pesar de todo lo que se dice de ellas; al tener algo con el movimiento, tengo algo con las aves. Me gusta mirarlas más que a los gatos. El patio era como haber jugado Silent Hill. Abres una puerta y ves un pajaro roto, sin cabeza, sin ala y unas manchas en el suelo que dan a entender nisiquiera se murió adonde terminó. Plumas sobre los platos de los gatos, plumas sobre el agua de los gatos, plumas sobre algunas plantas. La camara hace un zoom automatico hacia dentro de la paloma y comienza una secuencia de video, con una cancion muy triste de fondo...

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Quizas me vaya a la playa. Quiero ver a alguien antes de decidir. Asi por el gusto de ir a por lo que quiero. Asi por el gusto de fallar, caer y patalear sobre algo nuevo. Un año enterito es mucho tiempo. Aunque quiero que me resulte tambien; tengo muchas ganas de abrazar a alguien por el gusto de la densidad: Cuando solo te abrazan y no abrazas de vuelta, no sientes a la otra persona en su totalidad. Lo sé porque durante años no abrazé de vuelta a nadie, nunca. Cuando abrazas de vuelta sientes que hay una estructura ósea rodeada de carne, piel, pelo, que pesa, que es solida pero no es como abrazar una roca o un arbol. Se siente pesadito pero maleable. Es increible. Ahora lo sé. (Una vez me Carol dijo pensaba no había dejado nada en mi. Dejó el abrazar. Esto es como Megaman...)

martes, enero 15, 2008

De vuelta...



















Pasó por fin, se te cruzó un buen chico
(dime su gracia si te da la gana)
y rechacé el papel de indiano rico
mecenas del divorcio de tu hermana.

La noche que perdiste el miedo al miedo
fue tan corta que dura todavía,
por más que yo, maldito José Alfredo,
te diera más de lo que no tenía.

Me costará ¿qué quieres que te diga?
ser elegante sin romper cristales,
ahora que ni siquiera eres mi amiga.

No enseñan a olvidar las autoescuelas,
pero, hasta los feroces animales
lloran cuando los dejan a dos velas.

lunes, enero 14, 2008

De ida...

















Tú de farol, yo manco de una sota,
tú rica en vitaminas, yo desnudo,
tú carne de gallina, yo de jota,
tú huérfana de novio, yo viudo.

Tú cuento de calleja, yo en la inopia,
tú con queso, yo hueso de ciruela,
tú retrato robot, yo fotocopia,
tal para cual, yo virus, tú viruela.

Yo marino mercante en tierra firme
con ganas de matarte y de morirme,
tú anillo de brillantes, yo Juan lanas.

Tú lagrimón estilo cocodrilo,
yo agonizando, tú tensando el hilo,
dos pinchaúvas, dos cantamañanas.

martes, enero 01, 2008

Escaleras y ventanas


La multitud se movía buscando una entradaal show. Desde arriba, mirabamos. No nos sentiamos dentro del espiritu, como siempre, asi que preferíamos la ironía desde arriba, como siempre.
Esperabamos, mirando hacia abajo, que alguien llegase, que alguien apareciese, que pudiesemos decir lo que siempre hemos querido decir a quien siempre hemos querido encontrar. Yo ya sé perder, él aun no empieza.
De la nada, dejo de mirar hacia abajo, me siento en el piso y digo, mirando hacia adelante,escondiendome para que la luz que entra por la ventana no me alumbre: "la extraño tanto...".
Seguimos mirando cada uno hacia su respecto umbral; yo veo la puerta, la luz entrando a la pieza, el cambio de luces de colores que se proyecta desde el living hasta el pasillo que da a la habitacion de mi tía. Él sigue viendo hacia afuera. La gente, el movimiento.
Hablamos de libros; me volví a reir del Corsario Negro, de la Iliada y de los mosqueteros. Él se rió de Sandokan y de como la frase Los tigres de la Malasia sonaba como un monton de pandilleros flaites medio maricones, asi como Los leones del corte y la confeccion.
Nos gusta quedarnos en las sombras. No se cuanto de cada uno hay en ello, pero a ambos nos gusta.
Salimos al pasillo, por el gusto de llevar la disfuncionalidad afuera. Comimos maní.Fue entretenido. Mencionó la maldicion de ser el unico de un lugar al que le gustan las pasas.Le recomendé una pelicula y volvimos a entrar. Volvimos a quedar en sombras conversando de todo y nada. Pasó el tiempo, llegaron los contingentes adaptativamente competentes de la linea de sangre. Me reí de mi madre, mi madre se rió de mi de vuelta y nos fuimos.
Cuando salimos del departamento, vimos pasar a una chica con faldita corta, negra y pelo negro. Ambos la anotamos en nuestra reserva de cosas de las cuales acordarnos y caminamos recordandola, comparandola con las otras chicas, con las otras faldas, completandola con lo que creiamos le faltaba, recortandola, recordandola...