jueves, octubre 22, 2009

Anonimo

Me resulta muy complicada la aparicion de mensajes anonimos en este blog. Claro, tampoco quito la opcion de que aparescan, asi que tan tan complicada no es. No del todo. Me resulta complicada porque me hace pensar en la que fue mi anonima favorita muchos años, y eso es siempre complicado. Claro, no sé si es ella o no y como siempre, en todo lo que tiene que ver con ella, me muero de ganas de mandarle un mail para preguntarle si fue ella o fue otra anonima. Si, señor lector, sepa usted que siempre creo que mis anominos son en realidad anonimas, por una suerte de tradicion mía con respecto a las anonimas. Cosas que me pasan, no pregunte. Y heme aqui escribiendo una entrada sobre la mucha diferencia que me hace que ella, si es que fue ella, aun se digne a perder tiempo diciendo que se acuerda de mi. No se cual de todas las ella, pero una de ellas, y no sé cual y ahora tengo que buscar el IP de alguien y empezar a contrastarlo con IP's previos y así en una voragine de obsesion de computin mediocre. Es chistoso porque es, o son, las primeras palabras continuas que escribo es mucho tiempo. Feliz no escribo ni una nota, como pudiese haber dicho Sabina. Y estoy muy feliz, obviando los detalles estructurales que me hacen saltar al primer anonimo melancolico(ca).
Pudo haber sido Carol, y eso es suficiente como para hacerme escribir. Tenebroso, si lo pienso un poco, bastante tenebroso. Pero pudo tambien no haber sido Carol; pudo haber sido alguna de las chicas del verano, o alguna otra chica de esas que conocí pero nunca del todo, nunca bien, nunca sin ropa o con ganas de no tener ropa, o de las que no me di cuenta las tenían. O de las que nunca pasaron de ser una conversacion agradable en MSN, o las que fueron mucho en msn y poco en verdad. No sé, pendejerías de uno. Muchas pendejerías anonimas de uno.
Bueno, si el anonimo lo escribio la señorita Barahona Ponce, quiero decirle que tambien la recuerdo mucho, que mi polola está harta que yo me cure y me ponga triste por nada y que en el fondo estoy muy agradecido de ella; sin hacer cariño, yo ahora no tendría nada.
Y si no fue ella, sino que fue algo más, no importa. Así de simple. Así de sano.