lunes, diciembre 08, 2008

yo nunca escribo, pero escribo cuando no tengo escape: cuando el perro ya ni juega conmigo, cuando no quiero bailar, cuando ya no quiero nisiquiera tararear desde el patio.
Escribo cuando no entiendo como escribo, escribo cuando soy miserable y no le encuentro palabras, escribo cuando mis amigas se van y en fondo me dejan igual de solo que antes. Escribo cuando, expirando, huelo ron y la madrugada no es fría, ni refresca, y la fiesta no me divierte, y hay algo así como una sonrisa detras mío, y yo ya sé de quien es, aunque ella no no esté aqui, aunque ella, estrictamente hablando, no exista, y no me puedo dar vuelta porque ella se volvería de perro y de cactus y de greda, y yo seguiría estando en el patio mientras todos se ríen y bailan y disfrutan de una compañía, previo a que se vaya.
Escribo cuando no encuentro sentido, cuando no entiendo lo que escribo estando ebrio, escribo cuando me leo y veo mucha tinta y muchas ideas y no reconozco donde empieza una palabra y adonde termina, y me da miedo pensar cuantas ideas le dejo a la ininteligibilidad y al olvido.