No tengo muchas ganas de escribir; un poco shato, recien levantado, y sin mucho impetu literario/referencial.
No me sorprendieron los resultados de la encuesta: claro que la gente se iba a ir a la opcion más graciosa, y a la que sonaba más cierta, claro, por que suena como si fuese a ser cierta.
Pero abía un poco más en la encuesta que eso. Me hace darme cuenta, el recuento, que quizas las otras cosas no son asi de importantes como para que las personas que me conocen las tengan en cuenta.
O quizas es que mis lectores saben que tu no le puedes poner el nombre de la señorita por la cual has perdido más la cabeza, a una hija; porque su mama no me dejaría y porque van a haber otras mil veces en las que me enamore, me muera, reviva y deje una ciudad por alguien.
O quizas porque saben que hay otras maneras de rendirle tributo a la paradoja del espectador.
O quizas poruque Valentina y Francisca son nombres de espada, no de niña. Así como Ignacio es nombre de codex. Mi primera rapier se va a llamar Valentina, mi primera espada corta se va a llamar Francisca...
(las quiero par de señoritas locas, me acordé de eso mientras escribía, aunque ahora me doy cuenta no van a leer esto)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario