Se sentía como contarle todas las cosas a las que le tienes miedo, a un maniquí que te asentía mientras se reía y tu podías verla reírse mas ella no podía ver tu cara al momento de hacer nuevamente patentes todas las cosas respecto a las cuales muchas veces no te sale la voz ni te salen las ideas. Ese tipo de cosas que prefieres siempre esconder debajo del sentido, debajo de las ganas de comer, debajo de la pena. El tipo de cosas de las que no escribes, el tipo de vivencia de la que no te jactas, el tipo de angustia que aun no sabes como expresar en palabras, aunque hayan pasado los años. Es como nuevamente estar llorando debajo de un abrigo mientras todo un curso se ríe de ti y te dice que eres como una tortugita. Me haces sentir como si todo fuese igual y todas las cosas que digo cuando tengo pena no le llegan a nadie. Me haces sentir como si fuese necesario me volviese a tapar y volviese a llorar escondido y a tener mucha rabia y volviese a decir todo lo que tengo en mente desde la oscuridad, en la oscuridad y para nadie. O escribir, que ahora es como lo mismo, pero menos patético. Mucho menos patético.
martes, julio 21, 2009
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